LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR NOS LLEVA HACIA ***** LA DEFINITIVA EXALTACIÓN DE CRISTO
Tercer domingo Pascua: Ahora la Resurrección del Señor nos lleva hacia su Ascensión, definitiva exaltación de Cristo. Necesitamos, por tanto, de la lectura de las Santas Escrituras y el Sacramento de la Comunión que nos iluminan,más que nunca,por el camino de la fe hacía el encuentro con Él...
Concretamente el evangelista San Lucas narraba así el hecho histórico que tuvo lugar cuando las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea quedaron desconcertadas al día siguiente de su muerte al visitar su sepultura y encontrarla vacía(Lc 24, 10-16):
"Eran María Magdalena, Juana y María de Santiago y las demás...las que fueron a contarlo a los Apóstoles/ Aquello les parecía de delirio, y no las creían/ Pero Pedro se levantó y se fue corriendo al sepulcro;se asomó, y sólo vio los lienzos;y regresó a casa maravillado de lo ocurrido/Aquel mismo día, dos de ellos se dirigían a una aldea llamada Emaús distante de Jerusalén unos trece kilómetros/ Iban hablando de todos estos sucesos/ mientras ellos hablaban y discutían, Jesús mismo se les acercó pero estaban tan ciegos que no le reconocían "...
El Papa Francisco comentaba este suceso en su libro,-El Evangelio del Domingo-, correspondiente a los Ángelus y Homilías durante el intervalo de tiempo que va del año 2013 al año 2017 (Ed.Planeta S.A 2021). El Pontífice aseguraba en el mismo, que el camino de Emaús se convierte en el símbolo de nuestro camino de fe: Y las Santas Escrituras y Sacramento de la Eucaristía son elementos indispensables para el encuentro con el Señor.
En efecto,primero el Señor por el camino les habla,les cuenta la historia de sus antepasados (Santas Escrituras) y luego comparte con ellos el pan de cada día (Sagrada Eucaristía);y ellos acaban por reconocerle. Sí, porque lo que su vista les niega, sus corazones les muestra...Por eso son las dos elementos, como aseguraba el Papa Francisco, la Palabra y la Eucaristía los que nos pueden ayudar a todos, como lo hicieron con los discípulos de Emaús, a alcanzar la esperanza y la fe necesarias para ver y seguir a Cristo Resucitado.
En este sentido, podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (n* 1380- n*1381): Es grandemente admirable que Cristo haya querido hacerse presente en su Iglesia de esta singular manera. Puesto que Cristo iba a dejar a los suyos bajo su forma visible,quiso darnos su presencia sacramental; puesto que iba a ofrecerse en la Cruz por nuestra salvación, quiso que tuviéramos el memorial del amor con que nos había amado - hasta el fin - (Jn 13,1), hasta el don de su vida/ En efecto,en su presencia eucarística permanece misteriosamente en medio de nosotros como quien nos amó y se entregó por nosotros (Ga 2, 20), y se queda bajo los signos que expresan y comunican este amor (...)/
La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de Cristo en este Sacramento ,no se conoce por los sentidos, como lo dice santo Tomás, sino sólo por la fe,la cual se apoya en la autoridad de Dios.Por ello,comentando el texto de san Lucas ( 22, 19): -Ésto es mi cuerpo que será entregado por vosotros- , san Cirilo declara: <No te preguntes si esto es verdad, sino acoge más bien con la fe las Palabras del Señor, porque Él que es, la -Verdad absoluta, - no miente>.
Aunque desgraciadamente muchos hombres en los últimos siglos han ido perdiendo la conciencia del-Dios con nosotros- hasta llegar a la situación actual ,todavía hay otros muchos que lo siguen buscando,aunque quizás a tientas. Por eso él Papa San Juan Pablo II nos recordaba a todos los creyentes que era necesaria una nueva Evangelización y en esta misma línea lo han hecho sus sucesores en la Silla de Pedro. Recordemos en este sentido las enseñanzas del Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes, 11):
<Es tarea de todo el pueblo de Dios,pero principalmente de los pastores y de los teólogos , auscultar, discernir e interpretar,con ayuda del Espíritu, las múltiples voces de nuestro tiempo y valorarlas a la luz de la palabra divina,a fin de que la verdad revelada pueda ser mejor percibida,mejor entendida y expresada de forma adecuada>
Y los laicos recordemos siempre que la lectura de las Sagradas Escrituras ,con la ayuda del Espíritu Santo,y el Sacramento de la Eucaristía, son los elementos esenciales para descubrir que Jesucristo es la Buena Noticia, porque tal como nos decía recientemente el Papa Francisco (Ibid ):
"La liturgia de la Palabra nos sostiene: Jesús nos explica las Escrituras y vuelve a encender en nuestros corazones el calor de la fe y de la esperanza,y nos da fuerzas mediante la Sagrada Eucaristía. Palabra de Dios y Eucaristía siempre nos llenan de alegría !No lo olvideis!"
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