TIEMPO DE ADVIENTO **** LA ESPERA DEL MESÍAS
El pensamiento dominante durante el tiempo de Adviento es la espera del Mesías, la venida por primera vez del Verbo de Dios. Nuestro Señor Jesucristo al encarnarse en las entrañas de la Virgen María, también llega hasta las almas de los hombres. Sí, como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II: "La venida de Dios a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos .Ritos y sacrificios, figuras y símbolos de la -Primera Alianza- (Hb 9,15), todo lo hace converger hacia Cristo;anuncia esta venida por boca de los profetas que se suceden en Israel. Además, despierta en el corazón de los paganos una espera,aún confusa de esta venida "
Un nombre que aparece con gran frecuencia en los textos litúrgicos de este tiempo de espera del Mesías, es el de San Juan Bautista porque como leemos en el Catecismo de la Iglesia Católica (n* 523):San Juan Bautista es el Precursor (Hch 13,24) inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino (Mt 3,3)...Profeta del Altísimo (Lc 1,76),sobrepasa a todos los profetas (Lc 7,26),de los que es el último (Mt 11,13),e inaugura el Evangelio ( Hch 1,22; Lc 16,16); desde el seno de su madre (Lc 1,41) saluda la venida de Cristo y encuentra alegría en ser -amigo del esposo- (Jn 3,29) a quien señala como -el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1,29). Precediendo a Jesús -con el espíritu y el poder de Elías (Lc 1,17),da testimonio de Él mediante predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio (Mc 6,17-29)"
Si, se puede decir que toda la vida, la palabra y toda la persona de San Juan Bautista fueron una preparación para la venida de Cristo. Como heraldo y precursor suyo volvemos a recordar aquellas palabras que decía al pueblo judío: Haced penitencia, porque el Reino de Dios se cerca.Por eso, como también nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica (n* 524):"Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías:Participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda venida (Ap 22,17).Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la Iglesia se une al deseo de éste: *Es necesario que Él crezca y yo disminuya* (Jn 3,30).
En efecto, así narraba el Apóstol San Juan en su Evangelio la predicación de Jesús en Judea y el último testimonio de San Juan Bautista (Jn 3, 22-30):"Después de esto fue Jesús con sus discípulos a la región de Judea/También Juan estaba bautizando en Ainón,cerca de Salim,porque allí había mucha agua,y acudían a que los bautizara/porque aún no habían encarcelado a Juan/Se originó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación/ Y fueron a Juan a decirle:-Rabbí,el que estaba contigo al otro lado del Jordán,de quien tú diste testimonio,está bautizando y todos se dirigen a él/ Respondió Juan: -No puede el hombre apropiarse nada si no se le es dado del cielo/ Vosotros mismos me sois testigos de que dije:-Yo no soy Cristo,sino que he sido enviado delante de él-/ Esposo es el que tiene esposa;el amigo del esposo,el que está presente y le oye,se alegra mucho con la voz del esposo.Por eso mi alegría es copleta/ Es necesario que él crezca y que yo disminuya/ Él viene de arriba,está por encima de todos;el que es de la tierra, de la tierra es y de la tierra habla. El que viene del cielo está por encima de todos / lo que ha visto y oído, esto testifica, y su testimonio nadie lo acepta/ El que acepta su testimonio pone un sello a la veracidad de Dios/ Porque aquel a quien Dios envió habla las Palabras de Dios, porque no con medida da el Espíritu"
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