LA IGLESIA INSTITUIDA POR CRISTO **** FUE CONSTITUIDA JERÁRQUICA (II)
En efecto, para establecer su Iglesia fue preparando progresivamente todos los elementos de la misma, a través de los tres años de su vida pública. Es Él y nadie más que Él el que tomó la decisión de hacerla Jerárquica, cuestión ésta que parecen olvidar algunos hombres en los días que corren...
Por eso debemos recordar aquello que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto (n*874): "Cristo el Señor ,para dirigir el pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia diversos Ministerios que están ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto, los ministros que poseen la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros del Pueblo de Dios, lleguen a la salvación "
Así, tal como consta en el Documento de Iglesia *Lumen gentium , 18)...Y por eso comenzó eligiendo Doce Apóstoles, y de entre ellos a Simón, a quien llamó Pedro,por el simbolismo de la piedra, sobre la cual edificará su Iglesia. Este es el fundamento. Sucesivamente, también, les va haciendo partícipes de su misión Redentora : Los envía a enseñar, a predicar, a bautizar;les da poder para perdonar los pecados; para hacer milagros y, en la Última Cena, les confiere potestad para celebrar la Misa, cuyo Sacrificio instituyó.
Más tarde,una vez que ha Resucitado da una forma más personalizada a su Iglesia, instituyendo a Pedro como Primado,sobre fieles y Pastores;con fórmulas precisas insviste a los Apóstoles de autoridad y les da poder para administrar los Sacramentos, en definitiva, constituye su Iglesia Jerárquica.
La promulgación de esta Iglesia Jerárquica acaecerá el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo desciende sobre la Virgen María y los discípulos de Cristo con ella reunidos en el Cenáculo, después de la Ascensión del Señor a los Cielos.
En definitiva como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (n*875):
"Nadie, ningún individuo, ni ninguna comunidad, pueden anunciarse a así mismo el Evangelio...La fe viene de la predicación (Rm 10,17)...Nadie se puede dar así mismo el mandato, ni misión de anunciar el Evangelio. El enviado del Señor habla y obra no con autoridad propia, sino en virtud de la autoridad de Cristo; no como miembro de la comunidad, sino hablando a ella en nombre de Cristo. Nadie puede conferirse a sí mismo la gracia, ella debe ser dada y ofrecida...
Eso supone Ministros de la gracia, autorizados y habilitados por parte de Cristo. De Él reciben la misión y la facultad (el poder sagrado) de actuar -in persona Christi Capitis- .
Este ministerio, en el cual los enviados de Cristo hacen y dan el don de Dios,lo que ellos,por sí mismo, no pueden hacer ni dar,la Tradición de la Iglesia lo llama *Sacramento* . El ministerio de la Iglesia se confiere por medio de un Sacramento específico..."
Esto es una cuestión muy importante que no debemos olvidar nunca.Como no debemos olvidar tampoco que este ministerio eclesial tiene: carácter de servicio,carácter colegial y carácter personal. En definitiva como también nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid) n* 879:
"El Misterio Sacramental en la Iglesia es, pues, un servicio colegial y personal a la vez, ejercido en nombre de Cristo. Esto se verifica en los vínculos entre el colegio episcopal y su jefe,el sucesor de san Pedro, y en la relación entre la responsabilidad pastoral del Obispo en la Iglesia particular y la común solicitud del Colegio episcopal hacia la Iglesia universal"
Todo esto viene a corroborar que la Iglesia instituida por Cristo es Jerárquica, tal como Él deseaba que fuera y los hombres no pueden cambiar este carácter que es en realidad un don divino que deberemos respetar hasta el final de los siglos,hasta la Parusía, cuando Cristo volverá de nuevo a la tierra para juzgar a los vivos y a los muertos. Cualquier otro comportamiento en este sentido,constituye un gravísimo error y por tanto los creyentes deberemos estar alerta para que nadie nos engañe tratando de justificar algo que va en contra de los deseos explícitos de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario