QUINTO DOMINGO DE CUARESMA **** PRIMER DOMINGO DE PASIÓN
El día 6 de Abril del presente año (2025), la Iglesia Católica celebra el Quinto domingo de Cuaresma, también llamado,Primer domingo de Pasión, pues a partir de este momento comienza una nueva etapa de este tiempo litúrgico.
Recordemos que la Cuaresma es un periodo litúrgico de conversión y purificación...El objetivo primordial de nuestras meditaciones durante este tiempo, debería centrarse fundamentalmente en la Pasión y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Sería conveniente dejarnos saturar del espíritu de estas fiestas y misterios, al objeto de lograr los preciosos frutos que están llamados aproducirse en nuestras almas,especialmente en tiempos de guerra que por desgracia se están sufriendo en tantos lugares del mundo...
Precisamente el Evangelio elegido para la Santa Misa de este domingo nos recuerda que Dios perdona el pecado,pero exige la enmienda...Lo primero nos inspira confianza en el Altísimo y lo segundo un temor saludable para nuestro espíritu. En efecto, podremos deducir del Evangelio de este domingo,que trata de la - mujer adúltera-, estos deseos de Dios para todos nosotros...
Este pasaje de la vida de Jesús fue, tan solo recordado, en el Evangelio de san Juan Apóstol y ha sido incluso criticado por algunos sectores cristianos sumamente puritanos,los cuales juzgaban excesivamente indulgente el comportamiento del Señor con la mujer encontrada cometiendo adulterio, pecado que para ellos se trataba de un gravísimo crimen...Así relataba san Juan los hechos historicos acaecidos (Jn 8,1-11),pasada la fiesta de los Tabernáculos, durante el tercer viaje del Señor a Jerusalén:
"Jesús se retiró al monte d los Olivos/ Al amanecer volvió al Templo y todo el pueblo acudía a él;y sentándose se puso a enseñarles/ los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio y,poniéndola en medio/ le dijeron: Maestro, ésta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio/ Moisés, nos mandó lapidar a éstas. Tú ¿que dices?/ Esto lo decían para tentarle y tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra/ Pero como ellos insistían en preguntarle se incorporó y les dijo : -Aquel de vosotros que esté sin pecado,arrógele la piedra primero-/ E inclinándose de nuevo, continúo escribiendo en la tierra/
Al oir estas palabras, se fueron marchando, uno tras otro, comenzando por los más ancianos, y se quedó solo con la mujer,que estaba delante/ Entonces Jesús se incorporó y le dijo: -Mujer ¿donde están? ¿Ninguno te condenó?- / Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús le dijo: - Tampoco yo te condeno. Vete y no peques más-"
Es evidente que aquellos escribas y fariseos, sabían que Jesús absorbería a aquella pobre mujer, ya arrepentida de su pecado, y ello les daría la oportunidad de acusarle de contravenir la ley de Moisés, pues conocían la gran capacidad de clemencia de aquel al que llamaban Maestro, con los pecadores arrepentidos...
En efecto,como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (n* 1427 y 1428):
"Jesús llama a la conversión. Esta llamada es una parte esencial del anuncio del Reino: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva " (Mc 1,15).
En la predicación de la Iglesia ésta llamada se dirige primeramente a los que no conocen todavía a Cristo y su Evangelio. Así, el Bautismo es el lugar principal de la conversación primera y fundamental.
Por la fe en la Buena Nueva y por el Bautismo (Hch 2, 38) se renuncia al mal y se alcanza la salvación, es decir, la remisión de todos los pecados y el don de la vida nueva // Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la vida de los cristianos .Esta segunda conversión es una tarea ininterrumpida para toda la Iglesia que -recibe en su propio seno a los pecadores- y que siendo santa, al mismo tiempo que necesitada de purificación constate, busca sin cesar la Penitencia y Regeneración.
Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del corazón contrito ( Salmo 51, 19), atraído y movido por la gracia (Dn 6, 44; 12, 32) a responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero (1 Jn 4,10)"
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