ARCÁNGEL SAN MIGUEL *** DEFIÉNDENOS EN LA BATALLA
Hoy 29 de septiembre se celebra el día de San Miguel Arcángel y entre las misiones que la Iglesia católica le atribuyen a este santo, es de destacar, el conducir las almas de los hombres al Paraíso, por eso en la liturgia de la Misa de difuntos, se solía rezar la siguiente oración:
"Arcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla, para que no perezcamos en el tremendo Juicio"
La fiesta de este día surgió, según la tradición, para celebrar el aniversario de la dedicación de una Iglesia en Roma a este Arcángel, por el deseo del Papa Bonifacio II, alrededor del año 530. Con este motivo, se compuso la Misa del domingo XVIII después de Pentecostés, que hace varias alusiones a la ceremonia de dicha dedicación. Pero también se solía dedicar, al mismo tiempo, esta Santa Misa a todos los Ángeles.
Se trata de la fiesta más antigua dedicada a los Ángeles y originariamente era la única. Ahora bien, el Oficio del Arcángel está expresado en su nombre, el cual traducido al castellano, significa: Quién como Dios?...
San Miguel es ante todo el jefe de las milicias celestiales, tal como pone de manifiesto el Apocalipsis del Apóstol San Juan y más concretamente en el llamado < librito abierto> donde aparecen las <dos señales en el cielo>, esto es, la <Mujer y el dragón> (Jn 12, 1-18):
"Una gran señal apareció en el cielo:Una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza/ estaba en cinta y las angustias del parto le arrancaban gemidos de dolor/ Entonces apareció en el cielo otra señal: un dragón de color rojo. Con siete cabezas y diez cuernos y una diadema en cada una de sus siete cabezas/ Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso al acecho delante de la mujer que iba a dar a luz, con ánimo/ de devorar al hijo en cuanto naciera/ La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a regir todas las naciones con vara de hierro; el hijo fue puesto a salvo junto al trono de Dios/ mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada mil doscientos sesenta días//Se trabó entonces en el cielo una batalla: Miguel y sus ángeles entablaron combate contra el dragón. Lucharon encarnizadamente el dragón y sus ángeles/ Pero fueron derrotados y los arrojaron del cielo para siempre/ Y el gran dragón, que es la antigua serpiente, que tiene por nombre diablo y Satanás y anda seduciendo a todo el mundo, fue precipitado a la tierra junto con sus ángeles/ Y en el cielo se oyó una voz potente que decía:
< Ya está aquí la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios. Ya está aquí la potestad de su Cristo. Ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el día y la noche los acusaba delante de nuestro Dios/ Ellos mismos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron, sin que el amor a su vida les hiciera temer la muerte/ Alegraos, por tanto, cielos y los que habitáis en ellos! Temblad, en cambio, tierra y mar porque el diablo ha bajado a vosotros rebosando furor, al saber que le queda poco tiempo>
/Al verse precipitado a la tierra el dragón comenzó a perseguir a la mujer que había dado a luz al hijo varón..."
Los teólogos han interpretado normalmente esta batalla en la que interviene el Arcángel San Miguel como una lucha mantenida contra el maligno que ataca a Dios, al Mesías y a la Iglesia. Son tres aspectos de la eterna guerra de Satanás contra Cristo. Así se explica que se describa la celeste batalla y se aluda al triunfo de la Iglesia...
Al Arcángel San Miguel también se le aplica la profesión de <médico celestial>, en recuerdo de una leyenda del siglo X en la que se cuenta que se apareció sobre los Moles Hadriani (Castel de di S.Angelo), en año 650, durante la procesión que realizó San Gregorio en contra de la pestilencia, y esto hizo que cesara la plaga.
Por su parte el Papa San Bonifacio IV (608-15) construyó en los Moles Hadriani una Iglesia en honor de este Arcángel, a la que llamó St.Michaelis inter nubes...
Es muy conocida también la aparición de San Miguel en el monte Gargano, donde fue restaurada su gloria original de patrono de la guerra; los lombardos sipontum (Manfredonia) atribuyen su victoria, sobre los griegos napolitanos, el 8 de mayo de 663, a su intercesion.
Se podría seguir mencionando muchos más méritos que se atribuyen a este Arcángel lo que ha llevado a instaurar muchas fiestas en su honor, por los distintos pueblos agraciados con su aparición, pero en todo caso lo más importante es constatar que San Miguel en todas ellas libra batallas sin fin contra los enemigos del hombre y muy especialmente contra Satanás.
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