DEBEMOS ESTABLECER UNA RELACIÓN VERDADERA CON DIOS *** SIN SU AYUDA NUNCA PODRÍAMOS ALCANZAR SU REINO
Los cristianos somos colaboradores de Dios, sólo con nuestra propia fuerza, nunca podríamos alcanzar su Reino. La pregunta que surge ante este problema es: Cómo podemos establecer una relación verdadera con Dios?
El Papa Benedicto XVI daba una respuesta coherente a esta pregunta (Los Caminos de la Vida interior; Ed. Chronica S.L. 2011):
"La relación con Dios se establece a través de la comunión con Jesús, pues sólo y únicamente con nuestra fuerza, no la podemos alcanzar. En cambio, la relación con Jesús, es una relación con Aquel que se entregó a sí mismo en rescate por todos nosotros (1 Tim 2,6).
Estar en comunión con Jesucristo nos hace participar en su ser, <para todo>, hace que este sea nuestro modo de ser. A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de la vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra...
Sin embargo, cuando esta esperanza se cumple, se ve claramente que ésto, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar "
Así es, como sigue diciendo este Pontífice, el hombre siempre anda en busca de algo más, de algo mejor, de algo infinito, que cubra totalmente sus deseos, sus esperanzas. Pero que esperanzas son esas?...
Evidentemente, está demostrado, que esta esperanza ansiada por el ser humano, no es una esperanza creada por él mismo, no es una esperanza basada en el -reino del hombre- . Sí, porque aunque es evidente que la humanidad debería trabajar siempre para mejorar el mundo que es de todos, con objeto de dejarlo en perfectas condiciones para las generaciones venideras, ello no puede rellenar en su totalidad el ansia de esperanza del hombre, y de la mujer, porque ambos necesitan de la -gran esperanza-, tal como también nos recordaba Benedicto XVI (Ibid): Esta esperanza sólo puede ser Dios, que nos puede proponer y dar lo que nosotros no podemos alcanzar..."
Será la esperanza aquello tan deseado? El Papa Benedicto XVI nos aseguraba que sí, él decía también (Ibid):
"De hecho, el ser agraciado por un don forma parte de la esperanza. Dios es el fundamento de la esperanza;pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo, a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto.
Su Reino es un más allá imaginario, situado en un futuro que nunca llega, su Reino está presente donde Él es amado y dónde su amor nos alcanza. Sólo su amor nos da la posibilidad de perseverar día a día con toda sobriedad, sin perder el impulso de la esperanza, en un mundo que por su naturaleza es imperfecto...
Y al mismo tiempo, su amor es para nosotros la garantía de que existe aquello que sólo llegamos a intuir vagamente y que, sin embargo, esperamos en lo más íntimo de nuestro ser: La vida que es -realmente Vida-..."
Cuanta razón tenía el Papa Benedicto XVI, porque Jesús de Nazaret, Cristo Jesús, es la esperanza que aguardaba desde siempre el pueblo de Israel...Es la esperanza de todos los hombres, no sólo de los cristianos...En Él se cumplen todas las promesas de la paz y la felicidad que Dios Padre ha ido anunciando a lo largo de los siglos.
Es precisamente con la llegada del Mesías, el Hijo unigénito de Dios, cuando se alcanza la esperanza de una vida eterna, la esperanza de una existencia gloriosa y transformadora...
Decía el Papa Francisco a este respecto (22 de noviembre de 2016; capilla Domus Sanctae Marthae):
"No os dejéis engañar! A que engaño me refiero? Al engaño de la alienación, del aislamiento: El engaño por el cual <yo estoy distraído, no pienso, y vivo como si nunca tuviera que morir > . Pero cuando venga el Señor - que vendrá como un rayo- . Cómo me encontrará?...
Esperanzado o en medio de tanta alineaciones de la vida, engañado por las cosas que son superficiales, que no tienen transcendencia?
Por tanto, estamos frente a una auténtica llamada del Señor, para pensar seriamente en el final, en mí final, en el Juicio, en mí Juicio...
Por eso, nos hará bien pensar también en esto otro: Cómo será cuando me encuentre delante del Señor? ... Y para ir al encuentro de los que podrían estar asustados o entristecidos por esta reflexión, un consejo: Se fiel hasta la muerte dice el Señor y te daré la -Corona de la Vida"
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