NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA **** EXPECTACIÓN DEL PARTO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

 


La fiesta de la Virgen  de la Esperanza, también denominada de la Virgen de la "O",se viene celebrando tradicionalmente en distintas partes del mundo donde existen comunidades cristianas,  durante el Adviento, cuando ya está próxima la Navidad.Este tiempo litúrgico recuerda el embarazo de la Virgen María, hacia el final del cual, se tendrá que desplazar con su esposo José a la ciudad de Judea llamada Belén, la ciudad de David, donde tendrá lugar el nacimiento  de su divino Hijo. 

En tiempos pasados esta fiesta se celebraba el mismo día  de la Anunciación, pero más  tarde por diversos motivos, según algunos hagiografos en el año 656,durante el Concilio de Toledo(España), se pasó al mes de diciembre,más concretamente, a un poco antes de la Nochebuena. San Ildefoso, Arzobispo de Toledo confirmó esta fiesta y le dio el nombre de :Expectación del parto de la Santísima Virgen o Nuestra Señora de la Esperanza.El motivo que adujeron los Santos  Padres del Concilio para la institución de esta fiesta fue que:"No todos los años se celebraba con el esplendor conveniente la Anunciación de la Santísima  Virgen, al coincidir con el tiempo de Cuaresma la Solemnidad  Pascual,en cuyos días  no siempre había cabida para las fiestas de los Santos, ni era conveniente  celebrar  un  misterio  que hace referencia al comienzo de nuestra salvación"

Por otro lado,en algunos lugares, la festividad de la Virgen de la Esperanza se denomina de la Virgen de la "O". Advocación mariana ésta, basada en la exclamación admirativa: " Oh!", que inicia las Antifonas del cántico evangélico en la oración de las -Vísperas de Navidad- (del 17 al 23 de diciembre). En efecto, en dicho tiempo liturgico se utilizan una serie de Antifonas que comienzan  todas por estas exclamaciones latinas: Oh Sapientia! , Oh Adonai! , Oh Oriens Eplendor! , Oh Rey de las Naciones! , Oh Enmanuel!... Y que acaban con las palabras: Ven, Oh Sabiduría!, Oh llave de David!... Venid a enseñarnos el camino!, Venid a salvarnos!... Exclamaciones que no son otra cosa sino ardientes súplicas  sacadas de los pasajes más importantes de las Santas Escrituras :


Con las que que la Iglesia,entrando en el Espíritu  de los antiguos Patriarcas y Profetas, manifiesta los ardientes deseos de ver nacer  al Niño Jesús  de la Santísima Virgen  María, su Madre, a quien Jacob denominaba  -la Esperanza o la Expectación  de las Naciones.

Muchas  ciudades y pueblos del mundo entero, celebran con gran esplendor esta fiesta de la Virgen de la Esperanza o Virgen de la "O". Así  por ejemplo,  se sabe que a principios del siglo XVI, una dama llamada Juana Sánchez donó  una imagen  de nuestra Señora de la Esperanza al Santuario dedicado a la devoción  de dicha advocación mariana, donde desde hacía tiempo se venía celebrando esta fiesta con otra imagen más  pequeña. Dicho Santuario se encuentra en Calasparra(Murcia), y desde entonces, se celebra la fiesta que ha recibido el nombre  de -La Pequeña  y la Grande-

En otros sitios, la veneración  de la Virgen  de la Esperanza  se asocia a la Pasión  de su Hijo, Nuestro  Señor  Jesucristo, y por eso la imagen de la misma se presenta con una mirada serena porque espera la Resurrección de su Hijo divino.Otras veces,en cambio,se la presenta con lágrimas ardientes,pues sufre por la Pasión  y Muerte de Jesús,su Hijo amado. Esto último, es el caso de las imágenes  de Nuestra Señora que salen en procesión  en tantos pueblos de España  y América. Los Papas de todos los tiempos  han captado estas demostraciones de amor y de dolor hacia la Virgen  y en este sentido podemos recordar lo que dijo, por ejemplo, al Papa San Pablo VI con motivo de la coronación  de la Virgen de la Esperanza, llamada popularmente la Macarena en Sevilla (España):


"A las plantas de la Virgen ha acudido siempre el pueblo devoto en  sus temores y esperanzas, en sus tribulaciones y alegrías, con  confianza firme y filial y le ha demostrado su fidelidad en el hermoso templo que con espíritu de renovación levantó  para Ella. Se la sigue manifestando en las procesiones anuales de Penitencia, en los interminables besamanos y en las incontables comuniones con motivo de la fiesta de la Expectación. 

En la presente oportunidad queremos destacar con complacencia el consuelo que nos proporciona el impulso que ha recibido la vida espiritual de los cofrades sevillanos,los cuales se esfuerzan no sólo por cuidar,el culto a sus imágenes, sino también por dar un contenido más amplio a sus actividades de acuerdo con las exigencias de los tiempos actuales, y así estimular a sus miembros en la forma ascetica y el apostolado mediante ejercicios espirituales y retiros; y mediante actividades y obras de carácter social y caritativo.


Mucho confiamos,además, en la preciosa aportación de estas instituciones centenarias, que por su experiencia y servicio, pueden fecundar el conocimiento  y la aplicación de las disposiciones conciliares... Que sobre el amadisimo pueblo español  brille continuamente la sonrisa  de Jesús  y la mirada materna de la Virgen, sentimientos de los que quiere ser prenda la bendición apostólica que de todo corazón otorgamos" (Carta dirigida al Cardenal José  María  Bueno  Monreal; Arzobispo de la capital hispalense. El Vaticano,31 de mayo de de 1964).

































 



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