LA DIGNIDAD HUMANA Y LOS DERECHOS DEL HOMBRE ***** GRANDES HERENCIAS CONFIADAS A LA IGLESIA DE CRISTO
En tiempos en los que -la Dignidad de las personas y los derechos de los hombres- parecen tener tan poca importancia,sería conveniente,quizás, tener en cuenta que significarían estos hechos irreparables para el futuro de la humanidad.Para ello,podríamos empezar,por ejemplo, recordando que Dios creó al ser humano (hombre y mujer) a su imagen y semejanza, y que éste ocupa un lugar privilegiado,único, en la creación, precisamente por este motivo. Ciertamente,como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica, escrito en orden a la aplicación del Concilio Vaticano II (números 356,357 y 358):
"De todas las criaturas visibles sólo el hombre es capaz de conocer y amar a su Creador (Gaudium et Spes 12,3);es la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma (Gaudium et Spes 24,3);sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor,en la vida de Dios.Para este fin ha sido creado,ésta es la razón fundamental de su dignidad)/Por haber sido hecho a imagen de Dios,el ser humano tiene la dignidad de persona;no es solamente algo,sino alguien. Es capaz de conocerse,de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas;y es llamado,por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar/ Dios creó todo para el hombre, pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios,y para ofrecerle toda la creación "
En total acuerdo con estas enseñanzas de la Iglesia,el Papa Benedicto XVI nos habló también en su día, con largeza y sabiduría, sobre este tema,en su libro -El elogio de la conciencia. La verdad interroga al corazón- (Ed.Palabra, S.A.,2010):
" Para afrontar adecuadamente el problema de las amenazas contra la vida humana y para hallar el modo más eficaz de defenderla de tales amenazas,antes de nada debemos verificar los componentes esenciales,positivos y negativos, del debate antropológico actual.El dato esencial del que hay que partir es y sigue siendo la visión bíblica del hombre,formulada de manera ejemplar en los relatos de la creación "
En efecto, en el libro Genesis del Antiguo Testamento, Dios inspiró una profunda reflexión a la humanidad para que fuera capaz de entender lo que significa el origen del mundo;la primera parte en particular nos narra la creación de todas las cosas y la primera etapa de la humanidad. Más concretamente como decía el Papa Benedicto XVI (Ibid):
"La Santa Biblia define al ser humano, su esencia, que precede a toda la historia y no se pierde nunca en la historia, con dos indicaciones que son: (1) El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26); el hombre es -capax Dei- (es sagrado): Quien vierte la sangre del hombre,por el hombre se vertera su sangre,porque Dios hizo al hombre a su imagen (Gn 9,6)/ (2)Todos los hombres son un único hombre,porque provienen de un único padre,Adán, y de una única mujer, Eva, la madre de todos los vivientes (Gn 3,20).Esta unicidad del género humano, que implica la igualdad, los mismos derechos fundamentales para todos,es solemnemente repetida y reinculcada después del diluvio "
En efecto,en el versículo (1,27) del Génesis se viene a decir,que la dignidad humana es exactamente igual para el hombre que para la mujer,no es por lo tanto algo que los seres humanos hayamos descubierto en nuestros días...Eso sí, el hombre lo ha olvidado en muchas ocasiones, la soberbia le ha hecho caer en las mayores injusticias con respecto de su compañera e igual, la mujer según la ley de Dios :
Ante esta nueva forma de pensar y de actuar la Iglesia de Cristo nunca ha dejado obrar y así, ya en el año 1864 el Papa Pío IX emitió su C.E. Syllabus (Programa) de Errores, donde condenaba lo que la Iglesia consideraba los principales errores religiosos y filosóficos de la época.
Posteriormente el Papa León XIII hizo un esfuerzo titanico por mantener la fe cristiana y a parte de un gran número de Cartes Enciclicas en este sentido,fundó la -Acción Católica- y favoreció la proliferación de Congregaciones religiosas y la renovación de otras ya antiguas ,como la de los carmelitas. Además de todo ésto, tomó llevar adelante los Congresos Eucaristicos y la exhaltación de la devocion al Sagrado Corazón de Jesús.
Se puede decir que en general todos los Pontífices de la llamada época moderna, han seguido esta línea de conducta evangelizadora y han venido a reconocer que una sociedad no se puede considerar justa cuando no está basada en unos principios morales y éticos basados en el Mensaje de Cristo. En este sentido, nuestro amado Papa Benedicto XVI, recientemente llamado de este mundo por el Señor, nos dejaba también este análisis profundo del tiempo que nos ha tocado vivir (Ibid):
"Cuando se llega a perder la referencia común a los valores y,en última instancia, a Dios, la sociedad no parecerá más que como un conjunto de individuos yuxtapuestos, y el contrato que los liga se percibirá necesariamente como un acuerdo con quienes detentan el poder de imponer la voluntad a los demás (...);que dispone de la vida de los más débiles,desde los niños no nacidos al anciano,en nombre de una utilidad pública que en realidad ya no es más que el interés de algunos"
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