EI INFIERNO COMO ***** RECHAZO DEFINITIVO DE DIOS
Como nos enseñaba el Papa san Juan Pablo II en su día, el infierno en el sentido teológico, es la última consecuencia del pecado mismo,que se vuelve contra quien lo ha cometido.Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre,incluso en el último instante de su vida:
"En el Antiguo Testamento, la condición de los muertos no estaba aún plenamente iluminada por la Revelación...Se pensaba que los muertos se reunían en el sheol (lugar de tinieblas) (Ez 28,8 ; 31,14 ; Jb 10,21s ; 38,17 ) (Sal 30,10 ; 88, 7- 13)...El Nuevo Testamento llama infierno, sheol o hades (Flp 2, 10 ; Hch 2, 24; Ap 1,18 ; Ef 4, 9) a la morada de los muertos,donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios (Sal 6,6; 88, 11-13).
Tal era en efecto,a la espera del Redentor,el estado de todos los muertos malos o justos (Sal 89, 49 ; Ez 32, 17-32), lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica,como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro, recibido en el seno de Abrahán (Lc 16,22-26)...Son precisamente estas almas santas ,que esperaban a su Libertador en el seno de Abrahán,a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos...Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados, ni para destruir el infierno de la condenación (Ds 1011 ; 1077),sino para liberar a los justos que le habían precedido ( Cc.Toledo IV en el año 626; Ds 485) " ( Juan Pablo II .Audiencia General del 28 de Julio de 1999).
Ciertamente, tal como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica n*632:
"Las frecuentes afirmaciones de Nuevo Testamento según las cuales Jesús <Resucitó de entre los muertos> (Hch 3,15 ; Rm 8, 11; 1Co 15,20) presuponen que, antes de la Resurrección, permaneció en la morada de los muertos (Hb 13,20). Es el primer sentido que dio la predicación apostólica <al descenso de Jesús a los infiernos>; Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos...Pero ha descendido como Salvador, proclamando la <Buena Nueva > a los que estaban allí detenidos ( 1 P 3,18-19)"
Ahora bien, lo que siempre deberíamos recordar, es que el infierno es real y es consecuencia del rechazo definido de Dios por parte de los hombres. Jesús habló de este tema en muchas ocasiones durante su primera estancia en la tierra. Así sucedió según narra el apóstol san Mateo en su Evangelio, cuando el Señor comparó el reino de los cielos con un tesoro escondido, con una perla preciosa, de tal valor que por ella renuncia el hombre con alegría a cuanto tiene para comprarla, o a una red barrera que se hecha en el mar y recoge toda clase de peces ( Mt 13, 44-50):
"Esta verdad evangélica determina un gran cambio en el sentido de la muerte.La escatología no es ya lo que vendrá, sólo después de la vida eterna. La escatología está ya iniciada con la venida de Cristo. Evento escatológico fue,en primer lugar su Muerte redentora y su Resurrección. Este es el principio de <nuevo cielo y una nueva tierra> (Ap 21,1). El futuro de más allá de la muerte de cada uno y de todos se une con esta afirmación: Creo en la Resurrección de la carne; y también <Creo en la remisión de los pecados y en la vida eterna >. Esta es la escatología Cristocéntrica " (Cruzando el umbral de la esperanza. Juan Pablo II . Círculo de Lectores ,S.A. 1995)
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