HABLAR DE DIOS ES NUESTRO **** PRIMER DEBER Y NUESTRA DICHA
Sí, como en su día diría el Papa Pablo VI: " Hablar de Dios es nuestro primer deber y nuestra dicha " (Solemnidad de la Santísima Trinidad; Domingo 21 de mayo de 1978).
Precisamente el domingo 4 de mayo de este año (2023) se celebra en la Iglesia católica la importante Solemnidad de la Santísima Trinidad, a la que se refería el Papa Pablo VI hace tantos años en los siguientes términos (Ibid): "Dejadnos que nos atrevamos hoy ha hablaros del tema más alto y más difícil,y al mismo tiempo más hermoso que ninguno:El tema de Dios,el tema religioso por excelencia, el tema de nuestra fe,el tema de nuestra vida (...). Sabemos que el pensamiento moderno se declara ateo;es decir,sin Dios,en algunos de los niveles oficiales (hoy en día está ya extendido a todos los niveles, por desgracia); y sabemos que precisamente esta postura negativa nace de la noche del hombre;si la negación de Dios se inserta en las raíces de la inteligencia y en lo profundo del corazón humano, la luz y la lógica del pensamiento no resisten;el ser y la vida carecen entonces de su suprema razón de existir; en cambio nosotros sabemos que ¡ Dios existe ! , y que sin Él no podemos razonar de verdad ni tener concepto aceptable del orden y del bien; motivos para orar y para amar.
Más aún, creemos en Dios: Sostenga esta certeza nuestro camino en el tiempo, en el trabajo,en la alegría y en el dolor; en la vida y en la muerte******Además, según nos enseña la fiesta que hoy celebra la Iglesia y como nos enseña la religión en la que hemos sido bautizados,sabemos que Dios es uno,uno solo en su naturaleza, pero su existencia consiste en tres Personas iguales y distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El misterio de la unidad en la Trinidad de Personas es un océano sin orillas. Pero justamente este es el misterio que se ha revelado en Cristo y ha sido confirmado por la meditación atenta y humilde de la Iglesia; es el sol de nuestra sabiduría; el hilo de nuestra comunicación con el Dios único de la verdad y del amor; es la invitación a nuestra unión con el Dios inefable (que no se puede explicar con palabras), nuestro Padre, nuestro Hermano en su Hijo, nuestro consolador e inspirador en el Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo. No es un teorema inútil e inexplicable"
Verdadera no se puede explicar mejor y con menos palabras, lo que significa para los creyentes el misterio de la Santísima Trinidad. Porque como nos confirmaba el Papa Benedicto XVI, algunos años después (Ángelus; Domingo 30 de mayo de 2010):
" La Trinidad divina,pone su morada en nosotros el día del Bautismo:<<Yo te bautizo,dice el ministro, en el nombre del Padre ,del Hijo y del Espíritu Santo>>. El nombre de Dios,en el cual fuimos bautizados,lo recordamos cada vez que nos santiguamos . El teólogo Romano Guardini,a propósito del signo de la Cruz, afirma: << Lo hacemos ante de la oración, para que...nos ponga espiritualmente en orden; concentre en Dios pensamientos,corazón y voluntad; después de la oración, para que permanezca en nosotros lo que Dios nos ha dado...Esto abraza todo el ser,cuerpo y alma,... y todó se convierte en consagrado en el nombre del Dios uno y trino>>...
Por tanto,en el signo de la Cruz y en el nombre del Dios vivo está contenido el anuncio que genera la fe e inspira la oración. Y, al igual que en el Evangelio Jesús promete a los Apóstoles que <<cuando venga él, el Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad completa>> (Jn 16, 13),así sucede en la liturgia dominical,cuando los sacerdotes dispensan,cada semana,el pan de la Palabra y de la Eucaristía (...). Invocando a la Virgen María, primera criatura plenamente habitada por la Santísima Trinidad ,pidamos su protección para proseguir bien nuestra peregrinación terrena"
Sí, como también diría el Papa Benedicto XVI : "La Virgen María, con su dócil humildad, se convirtió en la esclava de Amor divino. Aceptó la voluntad del Padre y concibió al Hijo por obra del Espíritu Santo. En ella el Omnipotente se construyó un templo digno de él, e hizo de ella el modelo y la imagen de la Iglesia, misterio y casa de comunión para todos los hombres. Que María, espejo de la Santísima Trinidad ,nos ayude a crecer en la fe en el misterio Trinitario " (Ángelus. Solemnidad de la Santísima Trinidad. Domingo 7 de junio de 2007).
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