JESÚS NOS PIDIÓ QUE **** AMARAMOS A NUESTROS ENEMIGOS



Jesús nos pidió que amaramos a nuestros enemigos,cosa nada fácil para los hombres, si tenemos  en cuenta que muchas veces no somos capaces  de amar simplemente a  aquellos que sin ser nuestros enemigos,nos caen mal...Sin embargo  el fue el primero en darnos el ejemplo,un ejemplo por supuesto divino,ejemplo que no obstante muchos hombres a lo largo de los siglos han seguido;nos referimos concretamente a los mártires conocidos y también a los desconocidos, o por conocer...El Señor nos dio el ejemplo más grande cuando llegando al lugar de Calvario fue crucificado junto a dos ladrones (para más escarnio) y oraba al Padre diciendo (Lc 23, 34): *Padre, perdónales,porque no saben lo que hacen*

Jesús demuestra en estos críticos y dolorosisimos momentos su inmensa caridad hacia la humanidad. Seguramente la expresión -no saben lo que hacen-, se podría referir no tanto a la ignorancia de lo que estaban haciendo aquellos hombres,al crucificar a un inocente, sino al hecho de que cegados por el odio que otros hombres habían provocado en ellos,estaban dando muerte al Únigenito Hijo de Dios, y Dios mismo.


 

El Señor  nos hablo y nos dio ejemplo del controvertido tema de amar a nuestros enemigos, a lo largo de su primera venida a la tierra. Así lo hizo sobre todo  cuando subió a un monte junto con sus apóstoles y empezó apredicar a la multitud que le seguía,  un Sermón...el cual se ha dado en llamar  el Sermón del Monte o de la Montaña, según los distintos estudiosos de las Sagradas Escrituras. En efecto, tanto San Mateo, como San Lucas narraron este importantísimo hecho histórico de la vida del Señor. Cuenta ,por ejemplo ,el primero de ellos que Jesús hablaba a la multitud allí reunida, del amor a los enemigos, con estas palabras (Mt 5, 43-48): "Habéis oído que se dijo: *Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo* / Pero yo digo: *Amad a vuestros enemigos  y orad por los que os persiguen / Para que seáis hijos de vuestro  Padre que está en los cielos, yque hace salir el sol sobre buenos y sobre malos y hace llover sobre justos y pecadores / 


Porque si amáis a los que os aman ¿Qué mérito tenéis?¿No hacen eso también los publicanos / Y saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso también los gentiles? / Sed, pues, perfectos,como vuestro Padre celestial es perfecto"

La Ley antigua (Lev 24,19-20) promulgaba la llamada ley del talión:"El que maltrate a su prójimo será tratado de la misma manera /    fractura por fractura, ojo por ojo y diente por diente, es decir ,recibirá lo mismo que él ha hecho al prójimo ".Esta ley de la venganza es abolida con la llegada del Verbo de Dios, Nuestro  Señor  Jesucristo, el cual nos dió la ley de la caridad, superando definitivamente cualquier odio o rencor hacia quienes nos ofenden. Él  quiso establecer relaciones de  fraternidad  entre los hombres, sobre la base  firme de la misericordia  y el perdón. 

Y para conseguir cumplir con este mandato del Señor nada mejor que la oración, por la cual obtenemos la gracia de Dios para ayudarnos a comprender mejor a nuestros semejántes aunque estos sean nuestros enemigos. Pero con la condición de no dejarnos llevar por ideas que vayan contra el Mensaje de Cristo. 

Por eso, el Señor seguía así hablando a la multitud que le escuchaba en aquella ocasión,y también a nosotros ,por extensión, a través de los siglos (Mt 6, 5-8): 



"Y cuando  oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan orar con ostentación  en las sinagogas  y en las esquinas de las plazas para ser vistos por los hombres/ En verdad os digo que ya recibieron su recompensa/ Tú,  en cambio,cuando te pongas a orar entra en tu habitación y cerrada la puerta,ora a tu Padre,que está en lo oculto;y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará /Al orar no habléis mucho, como los gentiles, que piensan que por mucho hablar serán escuchados / No seáis como ellos,porque  sabe vuestro Padre de que tenéis necesidad antes de que se lo pidáis/ Vosotros rezad así: *Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre/ Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo / Danos hoy nuestro pan de cada día/ perdona nuestras ofensas/ no nos dejes caer en la tentación y libranos del mal/ Porque si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, también  os perdonará a vosotros  vuestro  el Padre celestial/ pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas,tampoco vuestro Padre perdonará las vuestras* "


























Comentarios

Entradas populares de este blog

TRABAJOS PUBLICADOS EN : MRM.MARUS (II)

RECORDANDO AL PAPA BENEDICTO XVI (Segunda Parte)

TRABAJOS PUBLICADOS EN : MRM.MARUS (I)