LA CONCIENCIA SUBJETIVA **** NO JUSTIFICA DE NINGUN MODO AL HOMBRE

 




Antes de entrar a considerar lo que entendemos por -conciencia subjetiva-, quizás sería conveniente recordar que entendemos por -conciencia moral- .Para ello nada mejor que recurrir al Catecismo de la Iglesia Católica, escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II ; nº 1776:

"En lo más profundo de la conciencia el hombre descubre una Ley que él no se da así mismo, sino que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón llamándole siempre a amar y a hacer el bien  y evitar el mal...El hombre tiene una Ley inscrita por Dios en su corazón...La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está sólo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella (GS16)" 

En la actualidad, no obstante, muchos hombres y mujeres se han decantado por la falsa idea de que la Ley natural no existe...Se engañan así mismos, aunque en el fondo de sus corazones una voz les dice que están equivocados...


 

El Papa Benedicto XVI dedicó este libro para hablar de un  tema tan interesante y delicado: -El elogio de la conciencia .La Verdad interroga al corazón (Ed. Palabra, S.A., 2010). En el mismo, razonaba así sobre la conciencia moral:" En el debate actual acerca de la naturaleza propia de la moralidad y de los modos de conocerla, la cuestión de conciencia se ha convertido en el punto central de la discusión, sobre todo en el ámbito de la teología moral católica. El debate gira en torno a los conceptos de libertad y de norma, de autonomía y de heteronomía, y de autodeterminación y de determinación desde fuera, mediante la autoridad"   


Por esto es tan importante  (C. I. Católica nº 1779) :" Que cada uno preste mucha atención a sí mismo para oír y seguir la voz de su conciencia. Esta exigencia de interioridad es tanto más necesaria cuanto que la vida nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión ,examen o interioridad. *Retorna  a tu conciencia, interroga la... retornad hermanos , al interior, y en todo lo que hagáis  mirad al Testigo (Dios)* (San Agustín; ep. Jo. 8, 9)"

De cualquier forma el tema  es delicado a la hora de abordarlo, sobre todo en un ambiente enrarecido por lo que se ha dado en llamar -la conciencia errónea .Sí, existe el -juicio erróneo- y esto es un problema  grave con vistas  a la salvación, tal como se nos recuerda en el Catecismo de la Iglesia Católica nº 1790 y nº 1792: "La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra esta última, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede  estar afectada por la ignorancia y puede  formar juicios erróneos sobre actos proyectados  o ya cometidos / El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de Conversión, y de Caridad,  pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral" 


En este sentido, se manifestaba así el Papa Benedicto XVI en su libro (Ibid): " Fue al principio de mi actividad académica cuando, por primera vez, llegué a ser consciente de esta cuestión en toda su urgencia. Durante un discusión ,un colega de más edad, muy preocupado por la situación del ser cristiano en nuestra época, expuso la opinión de que deberíamos dar gracias a Dios por haber concedido a muchos hombres la posibilidad de no ser creyentes con buena conciencia. Si se les abrieran los ojos y se volvieran creyentes, no serían capaces de soportar, en un mundo como el nuestro, el peso de la fe y las obligaciones morales que de ella se derivan. Así, en cambio, por el hecho de recorrer de buena fe otro camino, pueden alcanzar la salvación"   

Este colega del Papa Benedicto XVI planteaba una situación, en las sociedades actuales, real como la vida misma...Muchas personas han caído en ese mal pensamiento sobre lo que es ser un buen cristiano...Tal pensamiento conduce a la muerte y no a la vida, por eso el Papa seguía razonando así (Ibid): "Lo que más me chocó de esta afirmación  no fue, sobre todo, la idea de una conciencia errónea concedida por Dios mismo para poder salvar a los hombres mediante esa estratagema...lo que más me perturbó  fue la concepción  de que la fe suponga un peso difícil de llevar, sólo apto para naturalezas especialmente fuertes...


Según esa concepción ,la fe dificultaría la salvación en lugar de volverla  más accesible  (...) . La morada propia del hombre estaría más en las tinieblas  que en la luz, y la fe no sería un precioso regalo del buen Dios, sino más bien una maldición...

Quien hablaba de este modo en la discusión aludida era un sincero creyente, diría incluso, un católico riguroso, que cumplía sus deberes con convicción y exactitud. Sin embargo, de esa manera expresaba una experiencia de fe  que únicamente puede inquietar y cuya difusión podría  ser fatal para la fe. La aversión , sin duda traumática, de muchas personas hacia lo que consideran un tipo de catolicismo -preconciliar-, deriva a mi entender, del encuentro con una fe  de ese genero, ya casi reducida a ser solo una carga"  


Tras este razonamiento, el Papa se hacía una serie de preguntas:¿Una fe de este estilo puede llevarnos a la verdad? ¿Tan triste y pesada es la verdad sobre el hombre y sobre Dios? ...Y finalmente llegaba a la conclusión  de que el argumento utilizado para llegar a una situación tan angustiosa era sencillamente este: La conciencia errónea  protege al hombre de la onerosa exigencia de la verdad y así lo salva...En definitiva, la conciencia es la instancia  que nos dispensa de la verdad. Se transforma , sigue diciendo el Papa, en la justificación de la subjetividad ,que no se deja cuestionar, y también en la justificación del conformismo social, el cual, desempeña el cometido de hacer posible la vida en sociedad. 


Decía el Papa también, que después de esta conversación con una persona que se podía considerar, en principio, cristiana católica, estuvo seguro de que algo no cuadraba en semejante teoría sobre el poder justificador de la conciencia subjetiva. En otras palabras, llegó a la conclusión de aquellos argumentos eran falsos...  Sigue hablando el Pontífice, largo y tendido en su libro sobre este tema, dando sus argumentos al respecto y finalmente asegura que: "Una sola mirada a las Sagradas Escrituras habría podido preservar de tales diagnósticos y de una teoría como la de la justificación mediante la conciencia errónea. En el Salmo 19,13 se contiene  este aserto siempre merecedor de ponderación: ¿Quién advierte sus propios errores?  ¡ Líbrame de las culpas que no veo ! .Esto no es objetivismo vetero -testamentario sino la más honda sabiduría humana. Dejar, dejar de ver las culpas, el enmudecimiento de la voz de la conciencia en tantos ámbitos de la vida, es una enfermedad espiritual mucho más peligrosa que la culpa, si uno está aún en condiciones de reconocerla como tal. 


Quien ya es incapaz de percibir que matar  es pecado, ha caído más bajo que quien todavía puede reconocer la malicia de su propio comportamiento, pues se halla mucho más lejos de la verdad que de la conversión. La reducción de la conciencia a la certeza subjetiva significa al mismo tiempo la renuncia a la verdad...

Quien equipara la conciencia a las convicciones superficiales, la identifica con una seguridad pseudo-racional, entretejida de autojustificación, conformismo y pereza. La conciencia se degrada a la condición de mecanismo exculpatorio, en lugar de representar propiamente la transparencia del sujeto por lo divino y por tanto, también la dignidad y la grandeza especifica del hombre"












 



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