LA INMACULADA CONCEPCIÓN**** MADRE DEL SALVADOR
"Para ser la Madre del Salvador,María fue -dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante (LG 56 ).El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como -llena de gracia- (Lc 1, 28).En efecto, para poder dar asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente poseída por la gracia de Dios " (Catecismo de la Iglesia Católica n*490).
El Papa San Juan Pablo II en la fiesta de la Inmculada Concepción manifestaba en la plaza de España (Roma) en el año 1979: "!Ave! Venimos hoy a saludarte,María, que has sido elegida para ser Madre del Verbo Eterno. Venimos a este lugar guiados por la especial tradición ,y te decimos: !Ave! Bendita seas,llena de gracia (Ave María gratia plena) .Nos servimos de estas palabras, pronunciadas por todas las generaciones del pueblo de Dios,que en el espacio de ya casi dos milenios realiza peregrinaciones sobre la tierra...Venimos hoy,día en que la Iglesia, con la veneración más grande, recuerda la plenitud de esta Gracia,de que te ha colmado Dios desde el primer momento de tu concepción "
En efecto,como también podemos leer el Catecismo de la Católica (n*491): A lo largo de los siglos,la Iglesia ha tomado conciencia de que María -llena de gracia- por Dios había sido redimida desde su concepción. Es lo que se confiesa en el Dogma de la Inmculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: *La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer momento de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (DS 2803)"
El Papa San Juan Pablo II gran devoto de la Virgen María decía en la fiesta de su Concepción Inmaculada el año 1988 en la plaza de España (Roma) : "Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que te ha colmado,Virgen de Nazaret, con toda bendicion espitual en Cristo.¡En Él has sido concebida Inmculada! ¡Elegida para ser su Madre, has sido redimida en Él y para Él más que cualquier otro ser humano! Preservada de la heredad del pecado original, fuiste concebida y viniste al mundo en estado de gracia santificante. ¡Llena de gracia! En el día de hoy veneramos este misterio de la fe.Hoy,con toda la Iglesia, veneramos la Redención, que realizó en Ti. Esa singularisima participación en la Redención del mundo y del hombre, que sólo a Ti estuvo reservada: Sólo a Ti. Dios te salve ,María, Alma Redemptoris Mater!...
En efecto, como seguimos leyendo en el Catecismo de la Iglesia Católica n*492: "Esta resplandeciente santidad del todo singular, de la que ella fue enriquecida desde el primer instante de su concepción (LG 56),le viene toda entera de Cristo: Ella es redimida de manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo (LG 53).El Padre la ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los Cielos, en Cristo (Ef 1,3) más que ninguna otra persona creada. Él la ha elegido en Él antes de la creación del mundo por ser santa e Inmaculada en su presencia,en el amor (Ef 1,4).
Decía el Papa San Juan Pablo II durante la fiesta de la Inmculada Concepción en la plaza de España (Roma) en el año 1986:¡Alma Redemptoris Mater! ¡ Inclita Madre del Redentor! Hoy es tu gran fiesta. A lo largo del Adviento, que nos prepara la noche del nacimiento del Hijo de Hombre en Belén, meditamos tu misterio. Este es el misterio de la Madre de Dios hecho Hombre:"Escogida antes de la creación del mundo para ser la Madre de Dios del Redentor, has sido redimida de modo especial por la obra de tu Hijo.Has sido preservada de la herencia del primer Adán,estás totalmente impregnada de la herencia de Cristo,eres llena de gracia. Bendita tú eres, llena de gracia...Bendita entre todas las mujeres...Puerta abierta al Cielo...
Te has convertido en la puerta por la que ha entrado en la historia del hombre el Reino de los Cielos. Ese Reino lo ha traído Aquel que se ha hecho tu Hijo,el Redentor del mundo..."
Así es, la verdadera devoción a la Virgen María es ciertamente Cristocéntrica, tal como aseguraba el Papa San Juan Pablo II en su libro -Cruzando el umbral de la esperanza- (Círculo de Lectores S.A. 1995): "Gracias a San Luís Grignon de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, Cristocéntrica,más aún, está profundamente radicada en el Misterio Trinitario, y en los Misterios de la Encarnación y la Redención..."
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