A LOS APÓSTOLES SÓLO SE LES ABRIERON LOS OJOS EN PENTECOSTÉS ***** CON LA LLEGADA DEL ESPÍRITU SANTO
San Lucas escribió probablemente su libro de -Hechos de los Apóstoles- como una continuación del Tercer Evangelio del que es autor de manera que no es de extrañar que podamos a partir del primer capitulo del mismo saber que entre la Resurrección del Señor y su Ascensión a los cielos transcurrieron 40 día , además de otra muchas cosas muy interesantes, que cita el evangelista en el Prólogo de dicho libro (Hch 1, 1-11):
"En mi primer libro (el Tercer Evangelio),traté ya de todo lo que Jesús hizo y enseñó/ hasta el día en que después de haber dado instrucciones por el Espíritu Santo a los Apóstoles que había elegido fue elevado al cielo/ A éstos también, después de su Pasión se presentó vivo, dándoles muchas pruebas, apareciéndose a ellos durante cuarenta días y hablando de lo referente al Reino de Dios/ Estando a la mesa con ellos, les ordenó que no se ausentaran de Jerusalén, sino que aguardaran la promesa del Padre/: *La que oísteis de mi, / porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días*/ Los que estaban reunidos le preguntaron: *Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?*/ Les respondió:*No os toca a vosotros conocer los tiempos o momento que el Padre ha fijado con su poder,/ sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la Tierra* / Después de haber dicho esto, y mientras ellos miraban ,se elevó y una nube le ocultó a su vista/ Estando ellos mirando finamente al cielo mientras él se iba, se les aparecieron dos hombre vestidos de blanco/ que dijeron : *Galileos, ¿ qué hacéis ahí mirando al cielo? Este Jesús que ha sido elevado al cielo de entre vosotros, vendrá de igual manera que lo habéis visto subir*"
El Papa Benedicto XVI recordando estos versículos del libro de los -Hechos de los Apóstoles- ,en su Homilía, un 28 de mayo de 2006, se expresaba en los términos siguientes:" La respuesta a esta pregunta encierra la verdad fundamental sobre la vida y el destino del hombre. Esta pregunta se refiere a dos actitudes relacionadas con dos realidades en las que se inscribe la vida del hombre: La terrena y la celeste. Primero, la realidad terrena: ¿Qué hacéis ahí?, ¿Por qué estáis en la tierra?. Respondemos: Estamos en la tierra porque el Creador nos ha puesto aquí como coronamiento de la obra de la Creación.
Dios todopoderoso, de acuerdo con su innegable designio amoroso, creo el Cosmos, lo sacó de la nada, y después de realizar esa obra, llamó a la existencia al hombre, creado a su imagen y semejanza (Gn 1, 26-27). Le concedió la dignidad de hijo de Dios y la inmortalidad..."
Por otra parte, al referirse a la segunda pregunta del hombre vestido de blanco a los Apóstoles: ¿Qué hacéis ahí mirando al cielo?, sigue diciendo el Papa Benedicto XVI (Ibid):
"Creemos que, cuando los Apóstoles intentaron atraer la atención del Resucitado sobre la cuestión de la reconstrucción del reino de Israel, Él: Fue elevado en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a sus ojos. Y ellos: Estaban mirando fijamente al cielo, dado que acompañaban con la mirada a Jesucristo, Crucificado y Resucitado, que era elevado....
No sabemos si en aquel momento se dieron cuenta de que precisamente ellos se estaban abriendo a un horizonte magnifico, infinito, el punto de la llegada definitiva de la peregrinación terrena del hombre. Tal vez lo comprendieron solamente el día de Pentecostés, iluminados por el Espíritu Santo."
Fuera así o no, lo cierto es que la fuerza, el vigor ,la virtud y la energía con la que los Apóstoles y sus discípulos, llevaron a cabo la evangelización por todo el mundo entonces conocido, procedía del Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo el que hablará por boca de los Apóstoles y sus discípulos. Quien dará ,por ejemplo , instrucciones a Felipe (uno de los siete diáconos nombrados por los Apóstoles) durante su predicación en Samaría para que escuche al ángel del Señor el cual le dijo (Hch 8, 26- ):
"Levántate y ve hacía el mediodía, por el camino desierto que baja de Jerusalén a Gaza/ Se levantó y se puso en camino. Y he aquí que un etíope eunuco, ministro de Candace, reina de Etiopía, superintendente de todos los tesoros, que había venido a Jerusalén a cumplir sus deberes religiosos/ regresaba sentado en su carruaje y leía al profeta Isaías/ Dijo entonces el Espíritu a Felipe: *Acércate y ponte junto a ese carruaje*/ Felipe se apresuró y oyó que leía al profeta Isaías, y le dijo: *¿Entiendes acaso lo que lees?* / El respondió: *¿Cómo podré si nadie me guía?*
Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él/ El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste: "Como oveja fue llevado al matadero y como cordero mudo :ante el que esquila:así no abrió su boca/ En su humillación le fue negada la justicia. ¿Quién contará su posteridad? Porque su vida es arrebatada de la tierra " / Entonces el eunuco preguntó a Felipe: *Te ruego digas, ¿ de quien dice esto el profeta, de sí mismo o de algún otro?/ Felipe tomó entonces la palabra y comenzó por este pasaje de la Escritura y le anunció a Jesús. / Mientras iban de camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco. *Aquí hay agua , ¿qué impide que yo sea bautizado ?/ Mandó detener el carruaje y ambos bajaron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó/ Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y no lo vio más el eunuco que continuaba su camino lleno de alegría/ Entonces, Felipe se encontró en Azoto, y fue evangelizando por todas las ciudades por donde pasaba, hasta llegar Cesárea "
Por eso decía el Papa Benedicto XVI en su libro: -Jesús de Nazaret. Desde su entrada en Jerusalén hasta la Resurrección- ; (Ed. Encuentros, S.A., Madrid 2011):" El cristianismo es presencia:Don y tarea; estar contentos por la cercanía interior de Dios y fundandose en eso, contribuir activamente a dar testimonio en favor de Jesucristo. En este contexto se inserta la nube (mencionada en el Prólogo de los Hechos) que ocultó la imagen del Señor a los ojos de los Apóstoles ; esa nube nos recuerda aquel momento glorioso de la Transfiguración de Jesús. Nos recuerda también la hora del encuentro de la Virgen María con el mensajero de Dios,el Arcángel San Gabriel, el cual le anuncia que el poder del Altísimo *la cubrirá con su sombra* . Nos hace pensar en la Tienda Sagrada del Señor en la Antigua Alianza, en la cual la nube es la señal de la presencia del Señor, que también en forma de nube, va delante de Israel durante su peregrinación por el desierto "
Lo más importante para los creyentes es que Jesús como luz del mundo resucitó y por eso como aseguraba también el Papa Benedicto XVI (vigilia de oración con los jóvenes durante su viaje a Alemania en 2011): " Puede haber en nuestro entorno tinieblas y oscuridad y, sin embargo, vemos una luz: Una pequeña llama, minuscula, más fuerte que la oscuridad, en apariencia poderosa e insuperable. Cristo Resucitado de entre los muertos, brilla en el mundo (también en nuestros días), y lo hace de forma más clara, precisamente allí donde según el juicio humano todo parece sombrío y sin esperanza"
Comentarios
Publicar un comentario