PRIMER DOMINGO DE PASCUA **** DOMINGO DE RESURRECCIÓN

 


"El domingo de Pascua, el día primero de la semana de los judíos, las tres Marías se dirigen al sepulcro de Jesús. Un ángel había retirado la piedra que cubría el monumento. María Magdalena, al encontrar la tumba vacía, empieza a buscar en el jardín; las otras dos mujeres penetran en el sepulcro, hablan con el ángel y corren a anunciar la nueva a los discípulos. Magdalena sigue en el jardín y logra ver la primera al Señor..." (Rmo. P.Fr. Justo Pérez de Urbel; Aguilar, S.A. Ed. 1964).


En efecto, así narraba los hechos históricos acaecidos san Marcos, discípulo de san Pedro, en su Evangelio (Mc 16, 9-11):

"Habiendo resucitado en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios/ Ella fue a anunciarlo a los que habían estado con Él, que se encontraban tristes y llorosos/ Pero ellos, al oír que vivía y que ella lo había visto no la  creyeron..."

No la creyeron porque era algo extraordinario, tuvieron que verlo con sus propios ojos para creerlo...Y es que  la Resurrección de Jesús es la proclamación fundamental del cristianismo y fue relatada por todos los evangelistas sinópticos coincidiendo sustancialmente al describir los hechos acecidos. San Marcos era sobrino de Bernabé, que acompañó al apóstol san Pablo en sus viajes apostólicos (Hch 15, 37-39) y habría acompañado a Pedro en su predicación en Roma (1 Pe 5,13). Siendo su Evangelio anterior a los de san Mateo y san Lucas, su fecha de composición suele situarse en torno al año 70 d.C., cuando todavía estaba en vida la generación apostólica. Esto significa que todo lo contado en su Evangelio podría haber sido negado por aquellas gentes si hubieran sido inciertas, pero no fue así, porque muchos incluso serían personas que habían conocido a Cristo y vieron todo lo que sucedió durante su Pasión, su Muerte y su Resurrección.

¿Qué sucede en la Resurrección de Jesús? Es la pregunta que se hace y nos hace el Papa Benedicto XVI en su libro -Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección- (Ed. Encuentros, S.A., Madrid 2011)


Su respuesta es clara: "Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo (1 Co 15, 14 ss). San Pablo resalta con estas palabras de manera tajante la importancia que tiene la fe en la resurrección de Jesucristo para el mensaje cristiano en su conjunto: en su fundamento. La fe cristiana se mantiene o cae con la verdad del testimonio de que Cristo ha resucitado de entre los muertos. Si se prescinde de esto, aún se pueden tomar sin duda de la tradición cristiana ciertas ideas interesantes sobre Dios y el hombre, sobre su ser hombre y su deber de ser - una especie de concepción religiosa del mundo- ,pero la fe cristiana queda muerta. En este caso, Jesús es una personalidad religiosa fallida; una personalidad que, a pesar de su fracaso, sigue siendo grande y puede dar lugar a nuestra reflexión, pero permanece en una dimensión puramente humana, y su autoridad solo es válida en la medida en que su mensaje nos convence...


Sólo si Jesús ha resucitado ha sucedido algo verdaderamente nuevo que cambia el mundo y la situación del hombre. Entonces Él, Jesús, se convierte en el criterio del podemos fiarnos. Pues, ahora, Dios se ha manifestado verdaderamente...

Los testimonios del Nuevo Testamento no dejan duda alguna de que en la -resurrección del -Hijo del hombre- algo extraordinario. La resurrección de Jesús ha consistido en un romper las cadenas para ir hacia un tipo de vida totalmente nuevo, a una vida que ya no está sujeta a la ley del devenir y de la muerte sino que está más allá de eso; una vida que ha inaugurado una nueva dimensión de ser hombre. Por eso, la resurrección de  Jesús no es un acontecimiento aislado que podríamos pasar por alto y que pertenecería únicamente al pasado, sino que es una especie de -mutación decisiva- (por usar analógicamente  esta palabra, aunque  sea equivoca), un salto cualitativo.

En la resurrección de Jesús se ha alcanzado una nueva posibilidad del ser hombre, una  posibilidad que interesa a todos y que abre un futuro, un tipo nuevo de futuro para la humanidad..."     


Por eso: "El testimonio de cada persona no ha de quedar como una luz que se esconde, sino que ha de iluminar para que otros tengan luz.El testimonio es parte de nuestra misión como cristianos. Requiere de un ingrediente fundamental : no darnos importancia ni buscar la vanagloria, sino el Reino de Dios. El testimonio que más llega es el que se realiza con constancia, sencillez y el que transpira amor.Lo más llamativo del testimonio cristianó en la cultura de lo fugaz, es que se lleva a cabo de una manera continua, sería y con auténtica dedicación. Compartamos los dones con los que hemos sido enriquecidos por el Señor, el estilo de María y de los Mártires, que con tanta autenticidad son luz para nuestro, mundo, pues nos iluminan con la lámpara de la fe y del perdón " (Evangelio (ciclo A)2014.Camino de verdad y vida; Ed. San Pablo; Conferencia Episcopal España; comentarios y oraciones: Fernando Cordero Morales)





























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