¿PARA QUÉ SIRVE CREER? ¿TOMAR EL EVANGELIO EN SERIO?
En cierta ocasión alguien le hizo esta pregunta al Papa san Juan Pablo II: ¿Para qué sirve creer? ¿Acaso no es posible vivir una vida honesta recta, sin tener que molestarse en tomar el Evangelio en serio?...La respuesta del santo Padre fue larga e interesante. De hecho ocupa todo un capitulo de su libro más conocido: "Cruzando el umbral de la esperanza"
Nosotros vamos a recoger tan solo uno de sus párrafos, aquel que nos ha parecido más directo y fácil de entender para Aquellos, que como yo, no conocemos en profundidad los razonamientos filosóficos...Y dice así;
"En su pregunta se habla de *una vida honesta, recta , pero sin Evangelio*.
Respondería que si una vida es verdaderamente recta es porque el Evangelio no conocido, o no rechazado a nivel consciente, en realidad desarrolla ya su acción en lo profundo de la persona que busca con honesto esfuerzo la verdad y está dispuesta a aceptarla , apenas la conozca"
Por eso, Jesús dio la misión, de evangelizar a los hombres, a sus doce apóstoles tal como podemos leer en el Evangelio de san Lucas (Lc 9, 1-6): "Jesús convocó a los doce y les dio poder para expulsar toda clase de demonios y para curar las enfermedades/ Luego los envió a predicar el reino de Dios y a curar a los enfermos/ Y les dijo: *No llevéis para el camino ni bastón ni alforjas, ni pan ni dinero, ni tengáis dos túnicas/ Cuando entréis en una casa quedaos en ella hasta que os marchéis del lugar/ Y donde no os reciban, marchaos y sacudid el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos./Ellos se marcharon y fueron recorriendo las aldeas, anunciando el Evangelio y por todas partes"
Actualmente, cuando se pone en duda incluso la necesidad de leer los Evangelios y muchos más el seguir los consejos del Jesús expuestos en ellos, san Lucas por ejemplo nos muestra la necesidad de una constante evangelización de los pueblos, por mandato divino. En concreto además se pone de relieve, aquí, cual debe ser el perfil del buen evangelizador...
"San Lucas, además de medico es conocido por ser un perfecto -pintor- de escenas, ya que con varios trazos nos muestra todo un mensaje. En este caso, nos ofrece lo que podríamos llamar el -perfil del evangelizador- .Jesús pone en nuestras manos lo más grande que tiene, que es su Evangelio.
Ser evangelizadores no es cualquier cosa, ni se puede anunciar el Evangelio de cualquier forma. Revestidos del poder de Jesús, los evangelizadores han de anunciar el Reino y atender a los enfermos. Su vida ha de ser itinerante y su estilo austero como algo visible de la propia misión...Toca a cada cristiano tomarse la responsabilidad de hacer vida y proclamar el Evangelio, con una manera de ser y de actuar que se asemeje a la del propio Jesús, peregrino de la voluntad del Padre" (Camino, verdad y vida; San Pablo, D.C. Madrid; comentario de Fernando Cordero Morales );(2014).
Sí, porque el hombre que busca la verdad está dispuesto a aceptarla, a penas la conozca y tal disponibilidad es manifestación de la gracia que obra en el alma. Y que mejor que escucharla de los propios labios de Jesús recogida en los Evangelios. Sin duda es necesario, por tanto , tomarse muy en serio los Evangelios.
En definitiva como aseguraba también el Papa san Juan Pablo II (Ibid): "El Espíritu sopla donde quiere y como quiere . La libertad del Espíritu encuentra la libertad del hombre y la confirma hasta el fondo"...
Estas palabras del Papa se inspiran sin duda en aquella conversación mantenida por Jesús con un hombre llamado Nicodemo, miembro del grupo de los fariseos y principal de los judíos, durante un encuentro nocturno. Sucedió, en efecto, como narra el apóstol san Juan que durante esta conversación Nicodemo después de que Jesús le dijera (Jn 3, 3):"*Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios*. Y más adelante le dijera también (Jn 3, 5):*Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu/ lo que nace del hombre es humano, lo engendrado por el Espíritu, es espiritual/ Que no te cause, pues, tanta sorpresa lo que te he dicho: Tenéis que nacer de lo alto* / El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni donde viene ni a donde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu"
En definitiva, Jesús es la manifestación última del amor de Dios y el principio último para el discernimiento y el juicio. Es además, el revelador del Padre, procedente del mundo de -arriba- . Para aceptar estas premisas es necesario nacer de nuevo del agua y del Espíritu... Abrirse plenamente a la acción del Espíritu...Por eso: ¿ Como no tomar en serio el Evangelio? ¿ Como no tomar en serio las Palabras del Señor?... De cualquier forma, como aseguraba san Juan Pablo II (Ibid):"Aquellos que sin culpa ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia, y con ayuda de la gracia se esfuerzan por cumplir con obras Su voluntad, conocida a través del dictamen de la conciencia, pueden conseguir la vida eterna. Tampoco la Divina Providencia niega las ayudas necesarias para la salvación a los que no han llegado todavía al claro conocimiento y reconocimiento de Dios, y se esfuerzan, no sin la gracia divina, por alcanzar una vida recta" (Lumen gentium n.16).
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